Gus Hansen y Dzmitry Urbanovich splitean la mano más improbable de las WSOP 2025

El poker tiene días en los que las leyes de la estadística agarran sus maletas y dejan que el destino improvise. 

En una de esas jornadas durante el evento #23: $10,000 Seven Card Stud Championship de las WSOP 2025, Gus Hansen y Dzmitry Urbanovich protagonizaron una mano de esas que ves una cada mil veces (litetal) y la recuerdas toda la vida.

En plena batalla, con seis jugadores en la mesa, ambos llegaron al showdown con exactamente la misma jugada: color al as  AhJhTh9h3h para Gus y la misma mano, pero de tréboles  AcJcTc9c3c para Dzmitry. 

A simple vista puede no llamar demasiado la atención, sobretodo si pensamos en los splits que hay en Texas Hold'em, pero vamos un paso más allá para descubrir estadísticamente si es algo normal o estamos ante algo que se ve pocas veces.

¿Qué probabilidades había?

Spoiler: Ninguna. Bueno, casi ninguna. Para que esta fiesta de la improbabilidad ocurra, se necesita:

• Que las 10 cartas exactas necesarias estén dentro de las 42 repartidas (cinco de cada palo para formar los dos colores y que estos sean de idéntico valor carta por carta).

• Que cuatro jugadores no reciban ninguna de esas cartas.

• Que Gus y Dzmitry reciban exactamente esas cinco cartas entre sus siete, junto a otras dos que no entren en juego y tengan que ser descartadas.

Teniendo esos factores en cuenta y tras echar unos cálculos, hemos deducido que la probabilidad final es irrisoria, de menos de un 1%. Esto puede ocurrir exactamente 1 de cada 1.222 manos, o lo que es lo mismo, un 0.0818% de las veces.

Cuando la estadística hace de las suyas

No fue una mano espectacular por una lectura brillante de Hansen o un bad beat muy costoso para Dzimtry, todo lo contrario. Fue una de esas raras ocasiones en las que la varianza acude sin pedir permiso y el juego simplemente se rinde ante lo improbable.

El dealer, al ver el showdown, dividió el bote conforme a las reglas. Porque en Seven Card Stud, cuando dos jugadores terminan con la misma jugada -por improbable que sea-, se reparte el bote al igual que en las demás modalidades.

Tan sencillo como brutal.

Una imagen para el Salón de la Fama (de la Improbabilidad)

La escena no es una leyenda urbana: está grabada.

La jugada quedó registrada en video, como corresponde a los momentos que desafían toda lógica. No es una anécdota inflada con el tiempo, ni un “yo estuve ahí” sin pruebas, ni siquiera un "al amigo de un amigo (que nadie conoce) le pasó". 

Esta vez, la cámara estaba encendida y captó la situación y cada milisegundo de incredulidad. Lo improbable no solo pasó, sino que hay evidencia de ello. 

Nuestros compañeros de Pokernews captaron el momento exacto donde Gus y Urbanovich llegan al showdown ante la incredulidad de toda la mesa (y los espectadores).

Uno de los jugadores que estaba en la mesa y quedó sorprendido ante tal acontecimiento fue Nick Schulman. Nick, miembro del Hall of Fame, quedó perplejo ante la situación y comentó que "jamás había visto algo así antes", mientras otro de los presentes aseguró haberlo visto solo una vez en su vida.

La poesía del azar

Dos jugadores, la misma mano carta por carta, dos palos distintos y una única explicación: la suerte decidió contar su propia historia. 

Porque el póker no es solo un juego de cartas y, a veces, la varianza influye más de lo que nos acostumbra.

No se si volveremos a ver otra mano así durante mucho tiempo, pero mientras tanto, disfrutemos de lo bonito de lo improbable.