Ignacio Morón logra el mayor premio del fin de semana llevándose 82.985 $

El triunfo de Ignacio Morón en el High Rollers Main Event no fue un resultado aislado. Fue la chispa que encendió una noche en la que varios nombres españoles aparecieron con fuerza en distintos torneos: desde los bounties de cinco cifras en Stars hasta los high rollers más caros de GG. Una jornada con continuidad, con hilo, con españoles presentes en todos los niveles y en todos los lobbies importantes.

La historia del domingo empieza en GGPoker, y empieza con Ignacio Morón dando un paso al frente en el Sunday High Rollers Main Event de 1.500 $. Con 309 jugadores y un prize pool que superó los 440.000 dólares, no era un torneo para despistados: había que aguantar la presión, leer los ritmos y estar dispuesto a no regalar un solo bote.

Morón jugó esa final como se juegan las noches inspiradas: sin prisa, sin duda y sin picos innecesarios. A medida que caían jugadores, él encontraba la manera de mantenerse en la zona limpia del torneo, lejos de los apuros y cerca de la parte del pelotón que manda. Cuando el field se apretó, su juego se ensanchó; cuando la mesa final pedía precisión, él la tuvo.

El premio de 82.985 $ no solo es enorme: también fue el tono exacto de lo que vendría después.
Y para redondear la postal, en esa misma FT estaban Omar del Pino (4.º) y Juan Pardo (6.º), como si el torneo necesitara un sello de identidad nacional para rematarse.

Mario Navarro intentó el asalto a las Bounty Builder Series

Mientras Morón cerraba su historia en GG, en PokerStars Mario Navarro firmaba otra de las actuaciones grandes del día. En el Bounty Builder Series 135-H de 530 $, un torneo con 280 jugadores y suficiente pólvora en cada mesa, Navarro acabó imponiendo su tempo en los momentos clave.

El duelo final lo dejó segundo, pero su mezcla de premio principal y recompensas elevó la cifra hasta los 18.650 dólares. No necesitó ganar el torneo para que su resultado tuviera impacto: fue una actuación de control, de estar donde hay que estar, de puntuar cuando otros se quedan en el camino.

Amadi no pudo rematar, pero siempre esta ahí

En una esquina más cara del lobby, Adrián Mateos volvió a aparecer en el Bounty Hunters Super High Roller de 5.250 $. Un torneo pequeño en número —solo 39 registros— pero enorme en nivel.

Amadi se movió como acostumbra: sin mirar nombres, sin pedir permiso. Su cuarto puesto sumó 10.184 $ de premio y 7.656 $ adicionales en bounties, para un total que casi igualó el impacto de Navarro.

Otro día más en la oficina de los High Rollers. Rutina para él, valor para cualquiera.

Una Tanketa andaba suelta en GGPoker

El último gran resultado vino del Saturday Knockout HR de 1.050 $.
Alejandro César Ganivet volvió a demostrar que entiende el formato como pocos: agresividad justa, riesgo medido, control emocional. Se quedó en la frontera del podio, pero su 4.º puesto sumó más de 14.000 dólares entre premios y bounties.

Una actuación estable, madura, sin sobresaltos. De las que mantienen la gráfica en ascenso aunque el torneo no termine con foto.

Juan Francisco Baraza tiene un bolón a tiro

El broche de la noche llegó desde el GGMasters Million, un torneo siempre masivo y siempre exigente. Ahí, Juan Marquez —que en realidad es Juan Francisco Baraza— firmó una de las actuaciones más prometedoras del día. Su Día 1 fue una colección de decisiones finas: lectura en los botes medios, presión bien colocada y una gestión del stack que lo dejó exactamente donde quería estar.

Terminó con 7.054.371 puntos, lo que lo situó 4.º en el chipcount global a falta del Día 2. No es solo un buen stack: es un abanico de posibilidades. El ganador se llevará 133.733 dólares, y Baraza tendrá margen para jugar, maniobrar y elegir el ritmo cuando vuelva a empezar la acción.

No es un resultado cerrado, pero sí es un capítulo que apunta a final grande. El tipo de posición que cambia un lunes entero.