Los jugadores estadounidenses tienen cita con las urnas

A escasas horas de conocer quién ostentará la presidencia de los Estados Unidos durante los próximos cuatro años, el futuro del poker online en aquel país puede depender muy mucho de este día de elecciones, día grande en una cultura americana orgullosa de su tradición democrática.

Ninguna de las dos candidaturas con opciones a la victoria asegura una fácil solución al problema.

Desde luego, la victoria del republicano Mitt Romney sería la peor de las noticias. Romney se ha declarado contrario a la legalización del juego online, explícita y públicamente.

Tampoco es que el demócrata Barack Obama asegure un final feliz para los jugadores estadounidenses. Ha tenido cuatro años de mandato en los que no ha hecho nada para solucionar la situación. Al menos, bajo su administración, el Departamento de Justicia ha dado importantes pasos para retirar obstáculos a la vuelta del poker online al país, pasos que podrían desandarse en caso de un cambio de poder.

El candidato más favorable es Gary Johnson, que se presenta por el partido libertario. No es extraña la presencia de candidatos ajenos a los partidos demócrata y republicano, pero su destino suele ser el anecdotario de la campaña. Johnson defiende la libertad de sus votantes para dedicar su dinero en lo que les parezca oportuno y ha hecho campaña en las World Series of Poker, pero sus expectativas de triunfo son risibles.

Como te hemos venido informando puntualmente en Poker-Red, el programa electoral no es el único camino viable para la aprobación de la vuelta del poker online al país de las barras y estrellas.

Las elecciones presidenciales suponen la disolución del ejecutivo, lo que abre una sesión especial en las cámaras representativas conocida como lame duck session. Este periodo se utiliza para llevar a votación diversas leyes que no tienen cabida en el calendario habitual y se espera que una de ellas sea una regulación sobre el juego online.

Para tener la posibilidad de salir adelante en este periodo interpresidencial, es imprescindible un acuerdo bipartisano, es decir, que los dos grandes partidos políticos estadounidenses, demócrata y republicano, apoyen la iniciativa. Dos importantes figuras de cada orilla del Congreso, el demócrata Harry Reid y el republicano John Kyl, enfrentados durante años por el tema del juego, son los grandes impulsores de un proyecto de ley que está previsto que se presente a votación estos próximos días.

El borrador de la ley ya se ha filtrado y varios medios han podido hacerse con él y estudiar su contenido. Las líneas maestras, diseñadas para contentar a todos, respetan el ámbito estatal en que se ha movido el esfuerzo por legislar el juego en los últimos años y reservan para la Comisión del Juego de Nevada la llave de la caja de las licencias.

Con un espíritu restrictivo, imprescindible para el apoyo republicano y del que se salva el poker online, la ley asegura una importante ventaja inicial para las grandes empresas del juego físico, un sector con gran influencia en las decisiones políticas alrededor del juego online.

Un fracaso en el impulso de una legislación federal, dejaría camino libre a los parlamentos estatales para que cada cual haga de su capa un sayo, y es posible incluso que este proyecto de ley no llegue a ser presentado antes de que la primera sala de poker online sea lanzada en el estado de Nevada de la mano de GEOBet Gambling Network y los casinos tribales, que puede estar disponible en este mismo mes de noviembre.