Un mes en el baño del Bellagio

El hogar de Jay no es muy grande, apenas unos 12 metros cuadrados, pero tiene lo esencial: una cama, una ducha, lavabo, inodoro y bidé. También tiene bañera, pero la utiliza como guardarropas y estante para sus DVDs de Sex and the City y otros enseres, cuenta Card Player. Como es obvio, Jay vive en un baño, más precisamente en un baño del famoso Casino Bellagio de Las Vegas. Y sí, está allí por una de las tantas apuestas extravangantes que hacen los jugadores de póquer entre sí.

Jay Kwik es un profesional muy conocido en Las Vegas, y más aún en el Bellagio, donde ha pasado gran parte de los últimos 10 años. Tanto es así, que lo conocen como Bellagio Jay. Tanto es así, que un día les dijo a un par de amigos que podría vivir en un baño del casino durante un mes sin ningún problema. Y, por supuesto, la apuesta estaba servida.

Esos dos amigos, Andy Good2CU Robl y Alec Traheho Torelli, de inmediato lo retaron a cumplir su palabra, conociendo la personalidad extrovertida y casi claustrofóbica de su amigo. Así es como Jay terminó en un baño del Bellagio.

El baño, dulce baño, de Jay - Fotografía CardPlayer

La apuesta dice que Jay debe vivir durante un mes en ese baño, sin salir ni un paso, para ganar una cifra de seis dígitos que está guardada en una caja de seguridad del Bellagio. Las reglas son:

• La apuesta comenzó el 12 de Enero y finaliza el 12 de Febrero a las 4 de la tarde;
• Jay no puede tener acceso a ningún ordenador;
• Dispone de un máximo de 400 minutos en un teléfono móvil, para lo cual se compró uno especialmente;
• Dispone de un pequeño DVD portátil (que ocupa la tapa del inodoro, aunque constantemente es mudado);
• Sus comidas le serán entregadas por el servicio de baño de habitación del Bellagio, o por sus amigos, con un máximo de cuatro al día;
• Jay no puede hablar con nadie bajo circunstancias normales;
• No puede estar bajo ninguna influencia que le permita sentir que el tiempo corre más deprisa;
• Puede abrir la puerta ante cualquier llamado, pero no salir del baño.

Robl y Torrelli acordaron pagar 2-1 la apuesta, si Jay gana. Además, el perdedor se hará cargo de la cuenta del Bellagio, que no es precisamente un lugar barato. Como es muy difícil vigilar a tiempo completo que Jay no abandone el baño o hable con alguien, Robl instaló una webcam frente a la puerta, y ofreció una recompensa de $500 al cybervigilante que informe de alguna irregularidad.

Jay no se hace mucho problema, porque para él esta apuesta es "dinero fácil"... ¡y absurdo!