La OMC confirma que EE.UU. perdió el caso de las apuestas online

La Organización Mundial de Comercio (OMC) confirmó a finales de marzo su veredicto de abril de 2005, donde calificaba algunas restricciones de Estados Unidos a las apuestas en Internet como ilegales.

Este fallo se dio en el ámbito del reclamo presentado por Antigua y Barbuda, inicialmente dado a conocer a las partes en enero, luego de que la isla caribeña haya provisto evidencia adicional que reforzó su posición, informa Reuters.

"El panel concluyó que Estados Unidos no cumplió con las recomendaciones y ordenanzas del Comité de Resolución de Disputas de la Organización Mudial de Comercio," dice el fallo de la OMC.

"EE.UU. está estudiando sus opciones en el caso," dijo un portavoz de la Oficina de Comercio de ese país. "Hay que enfatizar, sin embargo, que este fallo no afecta la resolución favorable que EE.UU. obtuvo de la OMC en abril de 2005. Específicamente, la OMC concordaba con nuestra posición de que las leyes protegen el órden y la moral pública."

Para Antigua y Barbuda este fallo significa un gran éxito en su reclamación. La isla había comenzado una industria del juego online tras la declinación de su turismo, y en 2003 presentó una reclamación ante la OMC por las restricciones del país del norte americano. La Organización le dio la razón en 2005, y ahora confirma la resolución que tomó en ese momento.

Si ninguna de la partes apela, el fallo será final en 60 días. A partir de allí Estados Unidos y Antigua tendrán 20 días para negociar un paquete que compense a la isla. Si no se llega a un acuerdo, Antigua podrá solicitar un aumento en los impuestos a los productos estadounidenses que entran en la isla, y si Washington objeta, entonces será un Arbitraje de la OMC quien determinará el monto apropiado de la sanción.

Además de ser excelente resolución para Antigua, el caso sienta un buen precedente de la defensa del libre comercio ante Estados Unidos, medida a la que se podría recurrir si en algún momento la industria del juego online decide -de una buena vez- unirse y presentar un frente común.