Pacocho en Las Vegas: Antes de la tempestad

Según pasan los días obviamente el Rio se va quedando algo más tranquilo. Es normal. Cada día hay menos mesas de cash mientras que los satélites siguen fuertes. Mucha gente ha venido a jugar solo los eventos pequeños, algunos teniendo muy claro que les pillara en su casita la fiesta del 4 de julio.

Muchos han venido con la sana esperanza de ganarse el main event en las mesas de cash y la mayoría de los que han desistido están ya en casita en Oklahoma o en la piscina del hotel.

Pero siempre hay los que juegan hasta el final, ya sea porque lo planearon así (es decir, venir solo unos días antes para centrarse en los satélites), o porque han pasado el famoso 'threshold of misery' de Mike Caro, es decir, el punto en que dices en castellano viejo “!A tomar por saco! Me da lo mismo perder diez que ciento y de aquí no me levanto hasta que pinche!”.

Por supuesto esto es una política atroz, pero no son pocas (pero sí minoría) las historias con final feliz en el poker que empiezan así. Moneymaker en el 2003 sin ir más lejos fue uno de esos.

En fin… que entre los que se han ido y los que se quedan, parece que el ambiente de la sala es un poco más tenso al quedar cada vez menos balas para sacarse los 10.000$ del Main en las mesas.

Bueno, no del todo porque eso como todo va por barrios. En la mesa televisada acaba de empezar la mesa final del Tournamet of Champions. Las gradas están llenas, mucho turista y hasta Norman Chad y Josh McEachern filman en directo para la ESPN.

Annie Duke, Joe Hachem, Siedel, J Chan, Negreanu, Greenstein, Huck Seed, Harman TJ. Clutier, Lederer están en la mesa, y sin duda Negreanu es el favorito del publico, no es de extrañar porque también es el que más se lo curra, sacándose fotos y firmando cartas con el publico hasta el último segundo.

A la hora de corregir ya han salido varios, el último TJ y por supuesto en la sala de prensa han comenzado las bromas de que tras cobrar saldrá corriendo con el premio a las mesas de dados. Hablando de dados, es sorprendente la cantidad de “sistemas infalibles” para los dados que me están contando estos días… LOL!!



Otro barrio donde las cosas son más alegres es la ceremonia de entrega del último brazalete; mi primer himno americano de esta visita. En mi opinión, aquí abusan un poco del himno, pero cuando vas a la casa de alguien tienes que jugar con sus normas.

David Gallo aún esta vivo en el evento de 1.000, y vi también a Rebenido, Armando y Krusty en los satélites. Luego iremos a ver como les va... (me acaban de decir que Gallo ha sido eliminado y de los satélites aún no hay buenas noticias).

Pero volviendo a mis desventuras por Las Vegas, os contare que hace dos días, tras bajarme del shuttle que va al Strip desde el hotel, vi a lo lejos un sitio al que siempre quise ir.

La cabra tira al monte y a mí me gusta conocer los agujeros más que las zonas de moda. Este garito es sin duda de la primera categoría. Resulto ser un bar con videopoker en las barras y con una colección de personajes digna de una peli de Tarantino. Fulanas pasadas de años, tatuajes, currantes de la construcción en su hora del almuerzo, crupieres acabados de uniforme tomando whisky en su break.

No hay fotos del interior porque no procedía. Me hubieran dado una paliza y encima les tendría que dar la razón. A nadie le gusta que un turista le saque fotos en la barra de su bar como si fuera el zoo. Me tome un par de cervezas, disfrute de las camareras jamonas y perdí al videopoker 10$.

De ahí nos fuimos al Casino Royale, este casino está entre el Harrah´s y el Venetian y viene a ser como si entre un Mercedes SLK y un Lexus te encuentras aparcado un Ford Fiesta del 85.

Entré porque aquí hay una sucursal de esas entradas más baratas si las compras en el día. Pensaba ir al Blue Man Group, pero como había cola me puse a jugar blackjack switch. Es una modalidad en la que te dejan cambiar las cartas entre dos manos.

En fin, 25 minutos después salí con 100$ menos, un buen tilt y sin las entradas. Fui directo a la poker room del Venetian y aproveché un asiento libre para sentarme inmediatamente en una mesa de PLO 200.

Nada más poner mi par de billetes en la mesa el jugador de mi izquierda se ofrece a comprarlos. Tiene como mil en billetes y 400 en fichas. Revisamos stacks y vemos que hay un par con tres cajas y los demás están sobre 150/200$. El juego oscila entre fuertes raises preflop con algunas manos con 5 limpers. En general los jugadores me parecen aceptables / buenos, pero sin duda una panda de fantasmas, con el jugador de mi izquierda llevándose la palma de lejos.

Cuando un short se envida por 100 y pico dolares, “Casper” tira 12 billetes de 100 a la mesa para hacer call. No quiero parecer el bully del colegio, pero este en mi instituto habría comido collejas a diario.

Como me veo calentito decido respirar hondo y concentrarme en el juego. No veo gran cosa en mis manos y un par de apuestas con posición que hago para llevarme el pot no reciben el más mínimo respeto. Me tengo que tirar de dobles warras con tercer color al recibir dos call y un raise all in de la Bblind.

Vemos las manos que la gente enseña y esta claro que aquí nadie esta gambleando. Todos enseñan ley o incluso cañones y atizan a dolor con ellos. Un rundown seria lo suyo, pero va ser que no. Casper sigue haciendo de las suyas, y cada vez lo trago menos. Ya hasta como pide la carta de comida o una Corona sin lima me molesta y no paro de pensar en si habrá recibido muchas collejas en el high school o si dárselas yo.

Dos vueltas después sigo sin ver nada y, aún peor, aburriéndome. Decido levantarme para ver que otras mesas hay abiertas. Hay una mesa de HORSE 4/8 con un asiento. Justo lo que necesito. Limit para ir a todas.

Pillo el asiento, recupero mis fichas y me siento. Comparándola con la otra es como el día y la noche. Un buen rollo impresionante. A mi derecha un jugador online de Letonia, y a mi izquierda un jugador asiático de California que me dice que en su casino aprendió a jugar Jerry Yang, el campeón del Main cuasi fantasma (no se ha vuelto a saber de él, lo que no es necesariamente malo si ganas 8 millones).

Del otro lado de la mesa, jugadores jubilados y un jugador que debía de pesar 300 kilos, con pinta de no haber andado mas de dos pasos sin su carrito en años. Luego la mayoría de los jubilados se cambiarían por una chica mexicana, un crupier de Nueva Orleans y un par de grinders online, casi todos de buen rollo.

Muy buen ambiente, como debe de ser el vivo… divertido, jugando en serio, pero sin malos rollos. Los botes suelen ser de 100 y pico. Algunas manos se comentan, pero siempre con respeto Nos lo pasamos como enanos, invitando a rondas y contando batallitas. Tanto que se me pasa lo del Blue Man Group. Menos mal que no había comprado la entrada.

Acabé 60 abajo, ni os cuento bad beats, ni sé si podría, porque en manos de Stud no estoy para hilar muy fino de prcentajes. Con todo, ahí perdí un par de botes gigantescos, en los que por ejemplo con (As9s)AxXs y otro spade en la siguiente carta, no pillé nada en las siguientes tres cartas y perdí contra dobles de 9x5x.

A la hora de cenar me hizo mucha ilusión que me pidieron la players card y resultó que la cena, que debían de ser 12$, fuera gratis por fpp acumulados. Por un segundo me sentí como Ivey o una ballena de esas de la serie Las Vegas ; )

Entre pitos y flautas dejé el Venetian casi a las 4.30 am cuando se rompió la mesa. ¡Casi 8 horas metido allí que pasaron volando! El Venetian a veces no funciona demasiado bien lo de las listas de espera cuando hay mucha gente, pero sin duda es la poker room que más me gusta, con el permiso de la del Wynn.

Cuando llegué al casino, quería apostar a Alemania contra Argentina, pero hasta las 6 am no abrían el sportbook. Soy burro, porque seguro que el del Venetian estaba abierto. Decidí esperar a que abriera jugando al blackjack, y aunque así empiezan muchas tragicomedias, no solo recuperamos lo perdido antes, sino que hacia las 6 había recuperado lo del HORSE y el blackjack switch. Hacemos las apuesta antes de caer redondos en la cama.

Me despierto y Miki me da la primera alegría del día. 4-0 a los Maradona boy´s. Taxi al Palazzo para ver el partido de España. De eso… que os voy a contar que no sepáis. Se sufrió pero se sacó adelante.

Luego me fui con Labandeira para grabar una entrevista. Para mi desgracia, hablamos tanto que llenamos la tarjeta de memoria casi por la mitad sin darme cuenta. Una pena porque la entrevista había salido bastante bien. Siempre es un placer hablar con él y apreciar lo que es un verdadero pro. Esto no quiere decir que no haya tenido sus baches. Él mismo te cuenta que durante muchos años su manejo de banca era inexistente y que durante años tenía muchos leaks. Luego está el tema de que para alguien a quien le gusta la historia del poker, Manuel es un auténtico veterano, y lo mismo te pude hablar de los viejos tiempos cuando el poker era como una fraternidad de aventureros y gamblers, que de el poker online hoy o en sus inicios incluso antes de que Party despuntara.

Después nos fuimos a la piscina del Ballys, a tomar el solecito con parte de la Armada. Bikinis, cervecitas y conversaciones de poker en la tumbona, solo alteradas porque el camarero se negaba a venderle la cerveza al Grishuck si no enseñaba el carnet. Teniendo en cuenta la barba del Ernesto, la única explicación es que el camarero (era argentino) estaba muy picado como para darle cerveza a cuatro tíos con camisetas de La Roja sin tocarnos un poco lo que no suena.

Quedamos para cenar en el Venetian, pero yo cometí uno de los mayores missclicks de mi estancia y mientras esperaba a que Miki acabara en la ducha me quedé dormido.

Puede que el camino de la cama sea el mejor camino, pero estar dormido cuando los demás están de farra en las Vegas es muy weak tight.

En fin, en un rato es la fiesta de Everest, así que intentaremos retomar el aguilucho del poker tracker en el Pure.

Un abrazo desde el Rio