Jake Schindler remata su faena ganando el €100k Super High Roller

El torneo más caro y exclusivo la partypoker LIVE MILLIONS Grand Final Barcelona concluyó ayer viendo cómo Jake Schindler se hacía la foto posando con el trofeo de campeón, una foto que le valió a su vez para ingresar un premio de 1.750.000€, el segundo más importante de su carrera solo por detrás del subcampeonato logrado en 2017 en al Super High Roller Bowl del Aria donde se llevó 3.600.000$.

Schindler se llevó el triunfo después de derrotar en el heads-up a un Stephen Chidwick que sigue demostrando ser uno de los mejores jugadores de torneos de la actualidad, algo que demuestran sus innumerables resultados conseguidos a lo largo de los últimos meses. De hecho, éste significa el mayor resultado de su carrera, su transformamos los 1.100.000€ que se embolsó en más de 1.300.000$ al cambio.

Jake Schindler se presentaba con una monstruosa ventaja en el segundo día de competición al que estaban convocados todavía 11 aspirantes, de los que cinco se irían de manos vacías. Los primeros en decir adiós a sus opciones fueron los tres alemanes que seguían en pie: Dominik Nitsche, Koray Aldemir y Steffen Sontheimer. A continuación se despidió Mikita Badziakouski en un “cooler” de esos inevitables, donde su  AdKc se topó con los  AcAh de Bryn Kenney, y una vez se afrontaba la burbuja pura de premios, era finalmente Keith Tilston quien caía eliminado de manos vacías a costa de Jason Koon.

Seis jugadores se garantizaban así 240.000€ de premio, exactamente la cifra que se embolsó en incombustible Erik Seidel, primer eliminado tras la explosión de la burbuja. Luego les llegaría el turno a Bryn Kenney y Jason Koon, antes de llegar a la fase 3-handed Jean-Noel Thorel ya no pudo aguantar más las acometidas de sus rivales.

El jugador francés caía eliminado a manos de Stephen Chidwick, quien se plantaba en el heads-up neutralizando la ventaja de la que Schidnler había gozado durante toda la jornada final. Los stacks estaban bastante parejos, con ligera ventaja para el americano.

El cara a cara vio a Chidwick haciendo “la goma”. Perdía distancia, la recuperaba, la volvía a perder y la volvía a recuperar, pero nunca logró ponerse por delante significativamente de Schindler. Así hasta que llegó la mano que decidió el torneo, y donde no se puede decir que Chidwick le temblara el pulso.

La mano empezaba con Schindler abriendo el botón y Chidwick defendiendo. En  4sAd2s el británico jugaba al check/call a los 500.000 puntos que Schindler ponía sobre la mesa. En cuarta cayó un  5c que permitía a Schindler repetir la secuencia, esta vez hasta 1.800.000. Aquí Chidwick decidía jugar al check/raise, resubiendo a 5.100.000 la apuesta de 1.800.000 de su rival, que pagó. El river era el  7s. Chidwick anunció “all-in” por casi 10 millones de puntos, poniendo en un brete complicado al jugador americano. Schindler gastó una extensión de tiempo antes de pagar con su  As3h. Chidwick, con ni carta, mostraba su  Qs6h y tendía la mano al que se coronaba campeón.

Gran torneo, gran organización y grandes premios a repartir.