Legal

Paul Phua está a punto de salvar su jet privado

Antonio Romero | 20/04/15
Un juez ha anulado las pruebas conseguidas en el registro de su villa privada del Caesar's porque el FBI vulneró su derecho a la privacidad.

El duelo de voluntades entre las autoridades estadounidenses y el más importante de los operadores privados de Macao Paul Phua tiene pinta de que se va a resolver a favor del que el FBI pretende retratar como uno de los miembros de mayor rango de las Triadas en la ex-colonia portuguesa.

Phua fue detenido y encausado junto a otras sietes personas por establecer una red de apuestas ilegales en las villas privadas del Caesar's durante el verano de 2014, entre ellas su propio hijo y otro aficionado a los High Rollers como es Richard Yong. De todos ellos, es el único que no ha querido solucionar su arresto accediendo al embargo de sus bienes y una multa de seis cifras.

La razón última para la insistencia de la fiscalía en llevar adelante un caso cogido con pinzas y para la testarudez que muestra Phua en su defensa es un jet privado valorado entre 30 y 40 millones de dólares que fue el que trajo a toda la expedición de Macao y que el Departamento de Aduanas tiene aprehendido y preparado para su embargo.

La defensa de Phua encontró hace unos meses un resquicio en el caso. Más bien una grieta. Para lograr la orden de registro de las villas del Caesars, el FBI intento colar a un par de agentes dentro de las mismas. Lo consiguió cortando el acceso a Internet y haciendo pasar a sus hombres por técnicos enviados por el hotel. Según los abogados de Phua, y ahora también un juez, el FBI ignoró la cuarta enmienda de la Consitución estadounidense. El magistrado Andrew Gordon lo explicó en sus conclusiones, citadas en Flushdraw.

Phua tenía una razonable esperanza de mantener su privacidad en su habitación del hotel. Él había expresado su deseo de proteger su privacidad en la víspera del corte del ADSL por parte del gobierno...

El gobierno creó de este modo a Phua la necesidad de solicitar la reparación de un servicio que formaba parte de las condiciones de alquiler de la habitación...

El Gobierno engañó a Phua haciéndole creer que para arreglar el problema, que el propio Gobierno creó a espaldas de Phua, debía renunciar a la privacidad que de otra manera se mostró inclinado a proteger. Bajo todas esas circunstancias, el consentimiento dado a los agentes del FBI es inválido.

Esta sentencia afecta solamente al registro de la villa que ocupaban Paul Phua y su hijo, no a las otras dos que alquilaron para el resto de personas detenidas. Aún así, en el sumario no hay ninguna otra prueba de envergadura que acuse directamente a Paul Phua, como sí las había por ejemplo para incriminar a su hijo.

De no mediar el interés por la posesión del carísimo avión, la cosa probablemente acabaría aquí, pero no se puede descartar que el Gobierno haga un último intento y lleve el juicio adelante.

COMENTARIOS

Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.