La Roja pierde "la camisa" jugando al poker con las brasileñas

El hotel de la selección española de fútbol en Recife, si es cierto lo que sus empleados filtraron a la publicación Globo Esporte, fue objeto de una celebración pokerística por todo lo alto tras la victoria por 2-1 frente a Uruguay en la Copa Confederaciones que se juega en Brasil.

La fiesta empezó con la actuación de un grupo de música, algo de bebida y comida y la presencia de varias candidatas a pareja de baile entre la concurrencia. A la 01:00 de la madrugada, se acabó la música y todo el mundo se retiró a descansar.

Nadie denunció nada, pero días después un miembro de la delegación filtró al diario Mundo Deportivo la noticia de que a varios jugadores les había faltado dinero de las habitaciones.

La dirección del hotel, al comprobar los videos de seguridad, habrían observado que un grupo de mujeres acompañaron a la zona de las habitaciones a cinco futbolistas y a un miembro del equipo técnico de la selección.

Según varios empleados, entre cerveza y cerveza y caipirinha y caipirinha, los jugadores habrían convencido a sus acompañantes para jugar una partidita de strip poker y luego pasara a otros aposentos más reservados, en los que acabarían literalmente "perdiendo la camisa" a manos se sus joviales nuevas amistades.

El único nombre que ha salido a la luz es el de Gerard Piqué, que es el primero que se nos vino a la cabeza a nosotros. No porque al central del Barcelona le guste la farra y la vida disipada teniendo como tiene a Shakira en casa, sino porque le hemos visto jugar y hacer mesa final algún que otro paralelo del European Poker Tour.

Después de tanta fiesta y cachondeo, ha tenido que venir la Federación a aguarnos la diversión y a decir que no es cierto en un comunicado oficial en el que sí se reconoce el robo y posterior denuncia. También le ha caído un requerimiento judicial al periodista que publicó la noticia.

Varios jugadores apuntan a una maniobra para desestabilizar al equipo por ser la mayor amenaza al triunfo de la selección organizadora. O eso, o han sido realmente roñosos con las propinas en Recife y el personal de los hoteles en Brasil es tremendamente rencoroso.