Xuan Liu se cae de las filas de 888Poker

Los tiempos en que cualquier jugador que llegara a una mesa final de cierta importancia podía soñar con el apoyo de una sala para lanzar su carrera profesional se están quedando muy, muy atrás.

Xian Liu, una jugadora canadiense de origen chino, fue una de las últimas en seguir ese camino, que se le abrió al conseguir una mesa final en el EPT SanRemo 2012 y acabar 4ª seis meses después en el gran escaparate que es la PCA Bahamas.

La gran belleza y simpatía de Xian Liu le ayudó a obtener uno de los tan ansiados y escasos patrocinios, y empezó a vestir los colores de 888Poker por esos fieltros de Dios.

La sala israelí, que hace unos años entró de lleno en la competencia por llenar de parches la mesa final del Main Event de las WSOP y ha patrocinado a varios jugadores europeos que han conseguido llegar lo más lejos posible en ese torneo como Sam Holden o Sylvain Loosli, solo mantiene a Bruno Politano en cartera, y junto a él a sus compatriotas Bruno Kawauti y Nico Villa-Lobos. Se ha ido deshaciendo del resto, siendo el último en abandonar la casa J.C.Tran.

Además de los brasileños, el otro grupo que queda como embajadores de 888Poker, que es como les gusta llamar a sus pros, es la sección femenina compuesta por la australiana Jackie Glazier, Sofía Lovgren y, hasta que se haga oficial su despedida, Xian Liu.

Decimos hasta que se haga oficial porque ha sido la jugadora la que ha decidido anunciar por su cuenta el fin de la relación, como también está siendo recurrente en los últimos tiempos.

Very grateful to have been given the opportunity for a year but will no longer be an @888poker ambassador.

— Xuan Liu (@xxl23) febrero 11, 2015

Ojalá 888Poker siga dando la oportunidad de salir adelante a las estrellas emergentes del poker, aunque sea en periodos de tiempo tan restringidos como los dedicados a sus últimos fichajes. Siempre es un placer descubrir afiguras como Xian Liu, ejerciendo de ejemplo en el circuito.

​Seguro que no tienen la mínima queja de su labor como embajadora. A nosotros, desde luego, nos tiene ganados.