El marido de Pamela Anderson manda en la burbuja

La mejor razón que encuentran los profesionales del poker a un torneo como el Big One for One Drop es la presencia en el field de perfiles como el de Rick Salomon.

Este caballero, que se hizo un nombre en Estados Unidos por grabar y publicar en diversos medios sus jueguecitos de dos rombos con una casi adolescente Paris Hilton, es el marido de Pamela Anderson, con la que se acaba de volver a casar después de hace un sonado divorcio hace seis años.

Salomon es un ávido jugador de poker, bastante conocido en partidas privadas del entorno de Los Ángeles como la que organizaba Molly Bloom a petición de Tobey Maguire.y se ha dejado ver en las WSOP, en el WPT y en el PCA Bahamas.

La manera de llegar a donde está también ha sido digna de una de las producciones de Hollywood en las que trabaja Salomon.  Se ha mostrado extremadamente agresivo, sin arredrarse ante todos los pros que han pasado por sus mesas, eliminó a Greg Merson y Gabe Kaplan e incluso se dio el lujo de enseñar un farol de 8.000.000 de puntos a Cristoph Vogelsang. 

Hasta la irrupción de Salomon, la historia del torneo era la posibilidad de que se repitiese el heads-up del año 2012.

Sam Trickett se había demostrado imparable en el día 1, manejando unas torres de fichas que ya las hubiera querido Mortensen para sus castillos. La selección natural se cebaba en John Morgan y Talal Shakerchi, dos de los pocos empresarios que no hicieron pellas a última hora; en el anfitrión, Guy Lalibertè; y en los jugadores con menos perspectivas de victoria, como Jean-Robert Bellande o David Sands.

Sin embargo, Trickett vivía la cruz de la varianza, y doblaba a Galfond con KK contra AK. El grupo perseguidor acabó por cazarle tras el redraw de las tres últimas mesas y el torneo quedaba abierto para el que mejor racha pillara en ese momento.

Phil Ivey eliminó a John Juanda y Antonio Esfandiari a Bill Klein y Noah Schwartz, pero el golpe de efecto lo dio Tom Hall, un empresario inglés emigrado a Hong Kong, cuya empresa posee el Asian Poker Tour y conocido por ser una de la fuentes más fiables sobre el "Big Game" de Macao.

Hall le recetó un squeeze a Phil Ivey y Christoph Vogelsang, que solo consiguió echar del bote al alemán. Hall metió 750.000$ en un flop  Tc7h2h para llevarse un bote de 1.750.000$, pero Ivey no iba a dejar de pelear por él. Subió a 2.000.000, pero Hall completó. Tom le dió dos oportunidades a Ivey para atacar el bote con posición en el turn,  9s y en el river  9h, pero el californiano no vio la oportunidad de echar del bote a Hall, que enseñó  JdJh.

Esfandiari consiguió ponerse a la par de Hall con 16.000.000 de puntos, doblando al tercero e hizo soñar a la prensa con los rimbombantes titulares que generaría un back-to-back en el Big One.

El que no aparecería más ni en las crónicas iba a ser Sam Trickett, que se marchó con ases en la mano. Daniel Negreanu hizo call al 3bet del inglés con  Jd9d y el flop le dio una pareja, suficiente para pagar la apuesta de cara de Trickett en el turn,  9s6c5dTh. El river fue otro  9c y Trickett, ya perdido, metió all-in de cara por el tamaño del bote. Daniel le cubría por 50.000 puntos.

Después de ver partir a Phjil Ivey en 14º lugar y a Phil Galfond en 13º, el stack de Esfandiari se empezó a deshinchar al mismo ritmo que crecía el de Salomon. eL actual campeón de este evento se vio inemrso en la pelea por tomar posiciones de cara a la burbuja, que por aquel entonces involucraba a Negreanu, Vogelsang, Daniel Colman, Scott Seiver y Tobias Reinkemeier. 

Antonio Esfandiari no fue capaz de mantener el rtimo y acabó jugándose sus últimas 12 ciegas en una guerra de ciegas en la que Reinkemeier le tenía dominado con AJ contra A5. La J del turn, hizo que "el Mago" enterrara la cabeza entre sus brazos cruzados Quedaba fuera en 10ª posición, justo antes de la reunión de la mesa final.

Aún quedaba tiempo por delante para romper la burbuja de premios, pero los dos jugadores que se pusieron en riesgo consiguieron doblarse: Paul Newey con AA contra las QQ de Reinkemeier y Scott Seiver en un rerrobo desde la ciega grande con  KsQs frente a un optimista call de Negrreanu con  5s6s.

De ahí al final, el grupo de supervivientes se ha roto en dos, con Daniel Colman, Daniel Negreanu y Tobias Reinkemeier pegados a Salomon y el resto en peligro de quedarse sin recuperar la inversión.

Las ciegas al final de la jornada estaban en 200.000/400.000, así que no habrá tiempo para el tanteo cuando se reanude el torneo. Aún así, si Newey consigue doblarse, la burbuja se va a aponer al rojo vivo.