Perfiles de famosos

Perfiles: Gus 'El Gran Danés' Hansen

Anónimo | 24/07/07

Ganador nato desde su infancia, siempre está en la búsqueda de nuevos retos -físicos o mentales- que sacien su necesidad de competencia. Sabe cómo poner presión sobre sus rivales para obligarlos a tomar decisiones apresuradas; y cualquier carta duplica su valor con él, porque Gustav Jacobsen Hansen sabe que antes que nada, el póquer es un juego de personas.

Gus llegó un 13 de febrero de 1974 a la familia Hansen, que habitaba una amplia casona en las afueras de Copenhague, Dinamarca. Su infancia fue una enérgica recorrida por los más diversos deportes, especialmente fútbol y tenis (en sus versiones de mesa y cancha).

Inagotable, el joven Gus continuaba la competencia con sus amigos fuera del campo de juego. Escuela, vestidores, viajes a torneos; cualquier lugar donde pudieran reunirse alrededor de cartas o algún juego de ingenio era bueno para determinar al mejor.

En la adolescencia se coronó Campeón Juvenil Interescolar de Tenis, y ello no hizo más que acrecentar sus ansias de competir. En esa etapa también comenzó a interesarse por otras actividades más intelectuales, como el ajedrez o el backgammon. Esas actividades le proporcionaban gran placer, porque allí podía aplicar otra de sus debilidades: las matemáticas.

"Estudié y jugué mucho backgammon. Lo aprendí con la práctica y analizando después cada situación importante. No soy un gran lector de libros. Me gusta formar mi propia opinión sobre cualquier cosa que enfrente, y por eso creo que siempre hay que ser cautelosos y no simplemente aceptar lo que dicen los manuales. Qué esté impreso no significa que sea correcto."

A los 19 años, Gus viajó a Estados Unidos. Específicamente a la Universidad de California en Santa Cruz, como alumno de intercambio. No encontró allí muchos compañeros con quienes jugar backgammon, pero sí cientos dispuestos a pasarse noches enteras jugando distintas variantes del póquer.

Éste no había sido uno de sus juegos de niño, pero Gus lo enfrentó con su habitual estrategia.

"Aprendí experimentando. Creo que la mejor forma de aprender es observar nuestros errores y analizarlos con ayuda de alguien que nos de una mirada externa e imparcial. Es muy difícil analizar honestamente una situación en la que fuimos nosotros quienes nos hemos equivocado.

Algunas veces es complicado tomar la decisión correcta en una determinada situación. Por eso es importante sentarse con calma más tarde a buscar la solución. Así, cuando nuevamente nos enfrentemos con ella sabremos exactamente qué hacer."

Gus practicaba su póquer en la sala Ocean View Card Room, de Santa Cruz, donde la competencia tenía un aspecto más real.

"Si no hay nada en juego ¿cuál es el punto?"

Sus comienzos dubitativos se contrastaban con la solidez del jugador más ganador de la sala; aquel que parecía obligar constantemente a las probabilidades a volcarse a su favor... Y al que pronto le cayó en gracia ese joven extranjero que había aprendido el inglés escuchando discos de Pink Floyd.

"Él me ayudó un poco. Era un gran jugador para el nivel que había allí, y hacía cosas raras, fuera de lo normal. Así que tras un tiempo escuchando sus consejos me dije 'Si él puede hacerlo ¿por qué no yo?'."

Entonces Hansen desarrolló su propio estilo con esa base, uno que pronto recibió su nombre en honor a la agresividad con que repartía faroles, raises, y reraises, con unas improbables cartas.

"Siempre quiero probar cosas nuevas. Quizá suene ridículo, pero no quiero excluír nada de de mi plan de juego. Cada opción es válida, nada está fuera de lo permitido. Algunas veces ocurría que exageraba un poco con algún experimento, así que después de un tiempo era normal escuchar 'Tengo una Gus' a los jugadores que no querían mostrar cosas como 7-4 o 9-2."

En 1995, tras dos años en Estados Unidos, Hansen debió regresar a Dinamarca para cumplir con el servicio militar. El azar estaba presente también en esa instancia, puesto que el número de una bolilla determinaría si Gus se quedaba por nueve meses cumpliendo con su país, o regresaba a América.

Su número fue uno de los más bajos, pero el hecho de tener que interrumpir sus actividades para cumplir el servicio militar no molestó a Hansen. Lo vio como una oportunidad para quitar el pie del acelerador y analizar con tiempo y calma su vida -que cada vez tendía más hacia la de un apostador- para finalmente decidir cómo encararla a partir de allí.

"Cuando sacas un número muy bajo te permiten elegir la rama militar en la que quieres hacer el servicio, así que opté por la civil. Allí aprendí primeros auxilios, a apagar incendios, cómo actuar en emergencias, y hasta a sacar gente de edificios en llamas.

Creo que fue una buena experiencia en el momento justo. Me permitió regresar a la vida real, y ver todo más claro."

Cuando terminó su estancia en los cuarteles, Gus regresó a Estados Unidos y se instaló en Nueva York para competir en los circuitos de backgammon y gin rummy. Allí tuvo oportunidad de conocer a gente como Phil Laak y Huckleberry Seed, que lo introdujeron en distintas modalidaes del póquer, como el Stud.

En ese 1996 participó de sus primeras World Series of Poker, pero también fue su primera experiencia grande con el Texas Hold'em.

"Mirando hacia atrás, no tenía ninguna chance de ganar. Pero después del primer día de juego decidí practicar más, ensayando nuevas jugadas y estilos diferentes. Los experimentos y el juego mezclado son parte de mi juego desde entonces."

Gus llegó a estar entre los mejores del backgammon a nivel mundial, pero a pesar de tener en Nueva York más oportunidades que en Dinamarca, igualmente era un mundo acotado que lo obligaba cada vez más a inclinarse hacia el póquer. A fines de los noventas había abandonado completamente los estudios, y sus viajes a Las Vegas ya eran habituales. Su estilo loose y agresivo -con gran dominio del juego postflop- comenzaba a dar sus frutos.

En mayo de 2002, cuando Gus tenía 28 años, se jugó el evento inaugural del World Poker Tour en el Bellagio de Las Vegas. Con el nombre de Five Diamond World Poker Classic, el evento atrajo a 147 jugadores. Todo un éxito, considerando que la bolsa superaba el $1,5 millón en premios, de los que más de medio millón eran para el ganador.

Al final del primer día de juego, Gus ocupaba la 10ª posición con 56.150 fichas. Tras la cuarta jornada era el líder con más de 1 millón en fichas, y ya no abandonó ese puesto hasta llegar al título. Hansen logró reconocimiento además de los $556.460 del primer premio, aunque la mayoría atribuía su éxito a la suerte tras observar su estilo de juego.

Pocos meses después repitió primer puesto en otro evento del WPT, el L.A. Poker Classic de 2003, donde obtuvo $532.490. La opinión generalizada seguía inclinada hacia una racha de suerte.

"Me divierte cuando escucho que la gente cree que tengo suerte. Yo no lo considero así. Quiero decir... simplemente dejo que piensen eso, porque me beneficia. Creen que estoy chiflado, pero no lo estoy. Quizá un poco, pero no totalmente."

Esa "racha" parecía durar demasiado, porque Gus pudo poco después ganar el Chicos Malos del WPT, un evento por invitación.

A fines del 2003 debió conformarse con un tercer puesto en el WPT Five Diamonds del Bellagio cuando su 10-10 no sobrevivió a un A-Q, pero un mes después consiguió su cuarto título en este tour, al llevarse el WPT Caribbean Adventure de ^Poker Stars.

En marzo de 2005 Gus logró un nuevo tercer puesto en el WPT 101 Bay, sumando cuatro victorias y siete mesas finales que le valieron un lugar en el flamante Paseo de la Fama del WPT en el Casino Commerce. Desde entonces sus manos están impresas en el concreto del piso junto a las de Doyle Brunson y el actor y jugador James Gardner.

Un mes antes Hansen había tenido uno de sus éxitos más resonantes, al llevarse el Poker Superstars Invitational por sobre jugadores de la talla de Johnny Chan, Phil Ivey, y Doyle Brunson. Este triunfo le reportó $1.000.000, y el convencimiento general de que lo suyo quizá no se debía completamente a la suerte.

"Definitivamente soy más agresivo que la mayoría de los jugadores, pero además tengo una fiolosofía diferente acerca de mi juego. Mi mirada es más desde un punto de vista matemático, cuando los demás confían demasiado en su instinto o capacidad de lectura. Algunas veces permiten que eso eclipse la verdad matemática, cuando por mi lado dejo que los números hagan lo suyo.

Por otro lado la televisión siempre muestra las jugadas más espectaculares, y eso crea la ilusión de que mi juego es disparatado. Pero parte de mi éxito se basa en aprovechar lo que la gente hace pensando que generalmente voy a subir o resubir una apuesta. En un momento estoy en un farol total, y al próximo en un juego matemático. Creo que eso me convierte en alguien sumamente difícil de leer."

Gus fue especialmente criticado por cómo jugó cierta mano frente a Antonio Esfandiari en el Chicos Malos.

Con ^7h ^7d, Esfandiari subió preflop a $29.000. Hansen resubió a $100.000 con ^10d ^8d; y Esfandiari resubió all in por $420.000.

"Cuando Antonio fue all in, pensé unos momentos y dije en voz alta 'Creo que no puedo foldear con un 10 alto.' Phil Laak comentó 'Debería ser 10-10.' Finalmente vi la apuesta y enseñé mi 10-8. Mucha gente pensó que estaba loco, pero lo que hice tiene sentido y una razón de ser.

Al resubir en all in, puse a Antonio en una mano no muy fuerte. Quizá parejas de cincos, seises, o sietes. Lo ubiqué en un rango, y ese rango no era muy fuerte. Así que eliminé las cartas grandes, y el call tuvo una lógica matemática. Siento que hice lo correcto, y el resultado lo confirma."

Gus decidió que debía aprovechar su renombre, y para ello creó PokerChamps.com junto a unos socios. En principio ofrecía rakeback a los jugadores, y luego evolucionó hasta disponer de su propia sala de póquer online. A finales de 2006 fue vendida a ^Betfair Poker, y Hansen se unió a otra sala fundada por jugadores profesionales: ^Full Tilt Poker.

Actualmente Gus juega pocos torneos, dedicándose más a las mesas de cash con grandes apuestas. Igualmente sigue participando en aquellos de renombre, y a logrado ganar el All Star Challenge de ^Full Tilt Poker en 2006; el Pokerstars Invitational de Las Vegas, ese mismo año; y el Aussie Millions 2007.

En las WSOP 2007 consiguió ser uno de los mejores profesionales en el Evento Principal de las WSOP, alcanzando el puesto 61º; y en los próximos meses estará en el EPT Barcelona y en las WSOP Europa de Londres.

Muchas veces es invitado como comentarista y jugador de varios programas televisivos, como High Stakes Poker, donde tiene el récord del mayor bote ganado ($575.700), en una recordada mano donde supera al full house de Daniel Negreanu con un póquer.

Gus tiene su residencia en Monte Carlo, y allí pasa mucho tiempo con sus padres y hermanos, mimando a su sobrina Sally. A pesar de que muchas admiradoras lo persiguen allí donde vaya (estuvo entre "Las 50 personas más sexys" de 2004 de la revista People), a sus 33 años se mantiene soltero. Y con una postura muy clara al respecto.

"Soy una persona muy individual. Me encanta lo que hago, y amo el hecho de no tener que dar explicaciones a nadie. Suena egoísta; pero si tengo que elegir entre tú y yo, la respuesta es yo, sencillamente. Me gusta salir y divertirme; pero nada de novias, nada de ataduras, ni estoy en la búsqueda. Me gusta mi independencia; y no quiero hacer promesas que no pueda mantener."

Si no se lo encuentra en una mesa de póquer, hay que buscarlo en un campo de golf, alguna cancha de tenis, squash, o fútbol. Considera que el deporte le ayuda a mantener su resistencia física, algo que considera necesario para un jugador exitoso.

Continúa estudiando y analizando cada situación especial que se le presenta en el juego, y lo hace con el apoyo de una mirada externa, tal como le gusta. En este caso es Howard Lederer, que lo acompaña en sesiones de gimnasio donde entrenan el cuerpo y la mente.

"Tengo muchas cosas que mejorar aún. Creo que mi mayor debilidad es que soy muy curioso. Estoy trabajando en ese aspecto de juego, porque algunas veces hago algunos calls que no debería. Eso me recuerda ese mal chiste del jugador que siempre regresaba quebrado a casa ¡pero con la curiosidad satisfecha!

En cuanto a mi principal fortaleza... Creo que es mi forma analítica y matemática de mirar las cosas. La mano que juego no es la mía, sino la de mi rival. Si sé que alguien no comprometerá todas sus fichas, simplemente tengo que apostar. La próxima vez, probablemente lo haré con las nuts, y los demás no verá la diferencia."

Hasta el momento Gus lleva unos $5 millones en ganancias sólo en torneos, y $2 de ellos los logró en seis torneos consecutivos del WPT.

Para finalizar, cuenta por qué es un ganador:

"Considero que puedo adaptarme muy bien a la situación específica de una mano. Mucha gente tiene un único estilo, y no intenta adaptarlo. Creo que es bueno probar cosas nuevas. Mucha gente tiene reglas estrictas: está bien hacer algo, pero no lo otro. En mi juego, cada opción es una opción válida. No estoy diciendo que esto vaya a funcionar para otras personas, pero lo hace para mí."

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