El ciclo de vida de un jugador de póquer, escribe Brandon Adams

Anónimo | 23/11/07

Cierta ocasión hablaba con un amigo, que es uno de los mejores jugadores de no limit del mundo. Me dijo que en dos años la cantidad de jugadores de no limit de primer nivel sería escalofriante, mucho mejores que aquellos que hoy están en la cima. Estuve de acuerdo con él. Quizá esos jugadores están ya aquí, por algún lado, pero todavía no disponen del bankroll necesario para jugar en los niveles altos (un desafortunado requisito para ser considerado un jugador de primer nivel). O quizá todavía no han llegado a los 21.

Mi amigo opina que debe maximizar sus ganancias mientras está en la cima, y luego hacerse a un al lado cuando la nueva ola de jugadores tome el mando. Éste es un elegante manejo del bankroll, y con visión de futuro. No tengo que decir cuántos grandes jugadores del pasado se equivocaron al momento de darse cuenta cuándo había pasado su tiempo.

He visto mucho del paisaje del póquer de niveles altos en los últimos años. Mi observación es que todavía el póquer no ha visto realmente un paquete completo de talentos. No hay un Roger Federer del póquer. Generalmente los mejores jugadores sobresalen en uno o dos aspectos del juego, y luego no son más que muy buenos en los demás. Se puede ver brillantez analítica en Brian Townsend o Phil Galfond; increíble instinto en Phil Ivey o Kenny Tran; inigualables conocimientos de póquer y velocidad de razonamiento en Barry Greenstein; pero no es posible ver todas estas cosas juntas en una misma persona. Es inevitable que aumente la cantidad de gente que reúna esos talentos. Ahora mismo hay más dinero y estatus en el póquer atrayendo a potenciales jugadores, y el acervo de talentos es cada vez más internacional.

Permítanme dar un salto gigante y comparar niveles de habilidad entre dos juegos totalmente diferentes, póquer y ajedrez. Me parece que en el póquer nunca nadie ha alcanzado el nivel de maestría logrado por los mejores jugadores de ajedrez. El nivel de destreza que mostraba Gary Kasparov frente a un tablero de ajedrez en su mejor momento nunca fue alcanzado por nadie sobre el tapete verde. Esto está abierto a la argumentación, pero creo que es obviamente cierto, y que hay un motivo profundo para ello: el póquer desgasta a quienes lo practican.

Olviden por un momento toda la degeneración que rodea al mundo del póquer. Allí abundan las adicciones, las drogas, el alcohol, la depresión, la privación del sueño, pero ignoraremos por un instante el efecto de estas cosas sobre nuestra destreza a través del tiempo. Creo que hay algo relacionado con el juego del póquer que hace díficil incrementar la habilidad con el tiempo. Es decir, creo que la principal atracción del póquer -su capacidad de disparar adrenalina y otros químicos estresantes- en realidad daña sutilmente el cerebro de los jugadores de póquer, lo que les dificulta estudiar su juego y mejorar con el paso del tiempo. Hay mucha evidencia que indica que incluso un estrés leve puede dañar los lóbulos frontales del cerebro y afectar el aprendizaje y la memoria.



Es bien sabido que las funciones cerebrales (especialmente la capacidad de aprender nuevas habilidades) comienzan a declinar alrededor de los 19 años. Estoy especulando con que el póquer acelera este proceso, pero debemos esperar fuertes tendencias del ciclo de vida, incluso si éste no es el caso. En el ámbito académico, especialistas en diferentes disciplinas miden el pico de la capacidad de procesamiento (CI) versus el conocimiento acumulado dependiendo de la importancia relativa en sus campos particulares. Así, en ámbitos donde la capacidad de procesamiento tiene más valor (matemáticas, por ejemplo), el pico se ubica en una edad temprana (alrededor de los 25). En cambio, en un campo como el de la historia, donde el conocimiento acumulado pesa más, el pico se produce a los 50 años de edad, o más adelante.

Creo que el póquer online requiere un procesamiento más intenso que el póquer en vivo, y depende mucho menos de conocimientos acumulados (sobre tendencias de comportamiento, por ejemplo). No sorprende que los mejores jugadores de póqer online tienden a ser mucho más jóvenes que los mejores del póquer en vivo. Mi conjetura es que el pico esperado para un jugador serio de póquer online rondaría los 24 años, y que el de un jugador de póquer en vivo estaría alrededor de los 33. Después del pico, esperaría que la destreza de los jugadores en vivo decaigan más lentamente que la de los jugadores online.

Considero que no es muy difícil pintar al jugador de póquer perfecto. En primer lugar, él (o ella) ha de nacer con un instinto para el juego. Hay algunas personas que simplemente llevan el juego en la sangre. Con el tiempo, todas desarrollan habilidad en la lectura de manos y de personas, pero sólo aquellas con un gran talento innato son capaces de desarrollar estas capacidades a un nivel de clase mundial. En segundo lugar, debe ser muy inteligente, con una memoria excelente y aptitures analíticas y cuantitativas. En tercer lugar, debe proteger su talento e inteligencia con un buen manejo de su vida. Coincido con Patrik Antonius cuando dice que los mejores jugadores del futuro tendrán que ser extremandamente cuidadosos con su estado físico.

Los atributos cuarto y quinto del jugador de póquer perfecto no son consecuentes con los atributos de una persona equilibrada. El jugador perfecto debe utilizar su pico intelectual (alrededor de los 19) para estudiar el juego tan profundamente como le sea posible. Esto incluye el estudio de herramientas como la teoría del juego, y la probabilística que se puede aplicar en el póquer. El atributo final es que, durante la segunda década de vida, se debe centrar en obtener tanta experiencia en el póquer como sea posible. Un posible sexto atributo -antisocial- del jugador perfecto, es que no sea casado.

El póquer aún no está lo suficientemente loco como para que la gente adopte conscientemente la ruta sugerida arriba. Sin embargo, para los estándares del ajedrez y del tenis, el camino descrito sería la imagen de la moderación. Ésta es sin duda una de las razones por la que esos mundos generan talentos del calibre de Federer y Kasparov. Es sólo cuestión de tiempo para que el entrenamiento en póquer tenga este nivel de intensidad.

Por otro lado, el mundo del póquer online tiene una complicación adicional relacionada a la existencia de programas de análisis de manos. Quienes no tengan facilidad con las más nuevas y mejores herramientas serán superados por aquellos que sí tengan facilidad. El hecho de no mantenerse tecnológicamente al día puede significar la desaparición del jugador.

A nivel práctico, un jugador de póquer siempre debería tratar de mantener su ego bajo control, y evaluar racionalmente su nivel de habilidad relativa. Además, el concepto de manejo del bankroll debería ampliarse para tomar en consideración cómo podría probablemente evolucionar el nivel de habilidad relativa con el tiempo.

Brandon Adams

Publicado originalmente en 2+2 | Vía StoxPoker

COMENTARIOS

Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.