Jugando torneos con recompras, escribe Smith Collins

"El secreto del poder radica en saber que los demás son más cobardes que tú." Ludwig Borne

Mis torneos favoritos son aquellos con recompras, sin duda. Aquellos que te permiten regresar al juego durante la primera hora aunque pierdas todas tus fichas.

Básicamente, tienes rienda suelta para hacer lo que quieras; y si has cometido un error, no es el final del torneo. Existen muchas estrategias funcionales para acumular gran cantidad de fichas en un torneo por recompras, pero la mía parece ser una de las más locas. Si sigues este método, los demás jugadores dirán que eres un burro. Te preguntarán si te sientes bien, y muy probablemente te insultarán. La parte buena es que el método es muy rentable en una forma en que la mayoría de la gente no ve, o no comprende, hasta que no observa la imagen completa; lo que lo hace muy divertido de jugar. La única precaución a tener en cuenta es que necesitas un bankroll bastante grande. Debes estar preparado para hacer cinco o seis recompras en una noche, y eso no debe afectar tu bank. La clave es que en la mayoría de las noches, al final de la primera hora, tendrás muchas fichas (tanto en tu stack como en la mesa) con las que podrás trabajar para llegar a la mesa final. Cada vez que lo consigas, esto pagará por mes mucho más que las recompras acumuladas.

Al principio del torneo sólo busco razones para no empujar todas mis fichas. Cada vez que la mano llega foldeada hasta mí, voy all in; y cada vez que alguien hace un raise, voy all in, así mis cartas sean premiums o dos bajas. Con la única mano con la que no empujo en este punto es la de As-rag, que pueden ser superadas con sólo un kicker aceptable. Si doblo una o dos veces en este período, todo el trabajo está hecho y puedo sencillamente jugar más tight y con un buen stack durante el resto de la hora de recompras.

Si esto no funciona muy bien, avanzo a la siguiente fase. Después de haber mostrado numerosas manos basura, y de haber ido all in muchas veces en los primeros 15 a 20 minutos, entonces comienzo a ir all in sólo cuando creo que tendré ventaja si ven mi apuesta. En este momento muchos de los jugadores ya estarán haciendo call con cualquier pareja, o con cualquier par de cartas altas, y reprendiéndome por ser tan tonto. Si tampoco esto funciona, entonces comienzo a ver flops con posición cuando hay muchos jugadores en el bote, que es lo mismo que hago cuando tengo un stack grande. Pero con una pila pequeña perseguiré casi cualquier proyecto que consiga en el flop con todas mis fichas.

Una vez que acumulo un buen stack tiendo a jugar más tight y a mantener pequeños los botes, para reducir el azar al mínimo hasta saber que tengo la mejor mano. En algunas oportunidades observarás que los demás jugadores no toman nota de tu cambio de estilo, y continúan tratándote como a un maníaco -sin respeto-, lo que es muy bueno para tí. A partir de este punto simplemente juego de manera normal, como si se tratara de un torneo freezeout, salvo que ahora tengo una gran ventaja gracias a la cantidad de fichas en mi stack.

Gran parte de mis beneficios en el póquer los obtuve en los torneos con recompras, jugando la primera hora de esta forma para hacerme de una pila masiva.

El beneficio de tener un gran stack al fin de la primera hora es que puedes presionar al resto de la mesa casi con cualquier par de cartas; y aunque recibas algún golpe, de todas maneras tendrás fichas extra, mientras que un jugador que estando en la media intentó lo mismo que tú habrá desaparecido hace tiempo. Otra ventaja de este estilo es que, así tengas mala suerte y pierdas muchas manos durante la hora de recompra, en tu mesa habrán muchas más fichas que podrás ganar, en comparación a otras mesas.

Por último, una vez que termina el tiempo de recompras y sin importar cuántas fichas tengo, me aseguro de hacer el máximo add-on posible para sacar el máyor provecho a mi vida en el torneo, y aumentar las probabilidades de obtener una victoria.