Torneos

Soltar el volante, escribe Barny Boatman

Anónimo | 14/01/08

No hay duda que el juego de póquer contiene un elemento de azar. Cada vez que arriesgas algo de valor cuando el resultado del evento es incierto, lo dejas al azar. Pero desde cierto punto de vista el póquer es exactamente lo opuesto al juego de azar, porque está completamente basado en tomar decisiones inteligentes. Está basado en Control.

El juego de azar, en su forma más pura (comprando un billete de lotería o apostando en un número de la ruleta) es renunciar deliberadamente al control sobre ese dinero y dejar el resultado en manos del destino. Si es tu día, si los dioses lo permiten, tendrás suerte. En póquer, por otro lado, procuras dejar lo menos posible al azar.

Entonces, ¿Cómo logras control en un torneo de póquer?... ¿Evitando el riesgo?... ¿Jugando solamente cartas fuertes?... ¿Jugando únicamente manos servidas?... Por supuesto que no.

Si te sientas y esperas por manos buenas a lo largo de todo un torneo, como un jugador de ruleta esperando su número favorito, entonces sí, dejas el resultado en manos del azar. La gran paradoja del torneo de póquer es que, a fin de mantener el control, entre otras cosas, debes elegir el momento correcto para arriesgarte.

Si vas a 120 km/h en la carretera y conduces a un par de metros del coche en frente tuyo, aunque fueras el mejor conductor del mundo estás fuera de control, porque si el coche de delante frena repentinamente, no puedes evitar estrellarte. Y así mismo ocurre con un stack de fichas que es demasiado bajo como para que tu oponente se tire ante un reraise. Cada vez que cualquiera de tus oponentes pise el freno, tu stack de fichas se va a desmoronar – cuando ellos elijan – y necesitarás mucha suerte para sobrevivir.

Para mantener el control, debes esforzarte por mantener un stack suficientemente grande para entrar en juego, lo que puede significar un gran reraise con la peor mano ante una apuesta en late, cuando existe la posibilidad de que tu oponente se vaya al mazo. Tú no quieres tener que hacer esta jugada, pero debes saber reconocer el momento correcto para poner tus fichas en el bote. Demasiado pronto, y estás tomando un riesgo imprudente e innecesario. Demasiado tarde, y no solo es transparente, sino también improbable que funcione. Demasiado a menudo, y estarás creando un problema de credibilidad.

Algunas veces tu stack ha disminuido tanto que sabes que vas a estar en un showdown la próxima vez que entres en un bote. El único control del que dispones en este caso es cuándo atacar, y aún así te quedas sin espacio para maniobrar. No esperes a sencillamente quedar en all in en la ciega grande. En cambio, busca situaciones en las que te encontrarás en el showdown con la mejor relación fichas/oponentes posible, y donde tus cartas tangan una chance de vivir. Un riesgo asumido en el momento correcto te dará una buena oportunidad de recuperar un stack suficientemente alto como para regresar al juego.

Algunos de los mejores jugadores de torneos deliberadamente buscan jugar botes grandes en las primeras etapas del juego, sintiéndose felices de jugar todo en el primer nivel con un proyecto de escalera contra dos pares, porque sienten que el control y la ventaja que les proporcionará un stack grande justifican el riesgo. Aunque ése no sería el enfoque que yo tomaría en un evento deep-stack (pilas iniciales grandes), entiendo el razonamiento detrás de ese estilo de juego.

En el póquer de torneo, el balance entre el azar y el control cambia constantemente. Reconocer el momento cuando tú y tus oponentes se encuentran en un escenario cambiante te ayudará a tomar buenas decisiones y obtendrás una ventaja muy valiosa.

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