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Haciendo ajustes, escribe Chris Ferguson

Anónimo | 18/08/07

Me sorprende el número de veces que los jugadores novatos me preguntan en el chat cuál es mi estilo de juego. Me dijeron que era demasiado tight; demasiado loose; o muy agresivo... ¡lo que significa que estoy haciendo algo bien!

No tengo un estilo en el que se me pueda ubicar fácilmente. Loose, tight, agresivo. Soy todo ello, dependiendo de las circunstancias.

Un elemento esencial para jugar un póquer exitoso es forzar al oponente a tomar decisiones difíciles. Es por eso que el raise es casi siempre mejor que el call, dado que obliga al rival a tomar una decisión extra. Yendo un paso más allá: ganarás más dinero forzando a tus oponentes a tomar decisiones incómodas.

Veamos algunos ejemplos:

¿Tu rival está jugando demasiado tight preflop?

Querrás castigarlo por esto, y la mejor forma de hacerlo es subir más a menudo. Ser más agresivo. Comenzarás a robar muchos botes, lo que es bueno.

¿Pero qué si el inexperto rival se adapta a este juego? Eso es interesante, porque significa que la cosa se pondrá mejor. Comenzará a jugar más manos preflop, y en ese momento la ventaja estará verdaderamente de tu lado. Cada vez que tu rival cambie su estilo preflop se meterá en problemas en las siguientes fases de la mano. Alguien que sólo juega manos muy fuertes no sabrá qué hacer cuando se encuentre con cartas débiles en etapas avanzadas de una mano.

De manera que puedes robar muchas ciegas, o forzar a tu rival a jugar fuera de su zona de seguridad. Ambas son situaciones favorables.

Si un rival tight sube delante de tí, espera por una mano fuerte para ver. Siendo más selectivo cuando actúas después de él evitarás perder dinero frente a sus manos grades. Nuevamente, si se da cuenta de tu estrategia puedes forzarlo a jugar más manos de las que acostumbra, lo que te permitirá sacarlo del juego tras el flop.

¿Qué hay con los que juegan demasiadas manos?

Si juego primero seré más selectivo de lo habitual y esperaré una mejor mano. Mucho del valor de subir con manos marginales deriva de la posibilidad de que el rival foldee inmediatamente. Pero si a tu rival no hay manos suited que lo disgusten, el valor de las manos marginales disminuye, así como sus ganas de tirarse ante tu raise. Puede ganar más botes preflop, pero esto será bien compensado por el dinero extra que harás cuando veas un flop con tus manos más fuertes.

Cuando un jugador loose me resube mi apuesta estoy más dispuesto a ver, e incluso a volver a subir en lugar de foldear con cartas más débiles. Y más dispuesto a hacer un reraise en lugar de un call con manos más fuertes.

La razón de por qué generalmente resubo con cartas más débiles es que quiero tomar el control de la mano, de manera de poder hacerme con el bote más tarde. Nuevamente, lo estoy desafiando a cambiar su estilo. Si no lo hace, obtendré lo mejor de ello. Y si lo intenta será como un pez fuera del agua, cometiendo errores más adelante.

Siendo Agresivos

Es importante tener muchas herramientas en tu arsenal. Primero porque ayudan a adaptarse a los rivales para forzarlos a salir de las zonas donde se mueven con comodidad. Pero, igualmente importante, te permitirán sacar ventaja de tu propia imagen en la mesa cuando has sido etiquetado como tight o loose, actuando en consecuencia.

Gus Hansen y Phil Ivey son conocidos como jugadores extremadamente agresivos. La única forma de poder sobrevivir con esta imagen es la capacidad de adaptarse a diferentes tipos de rivales y pisar el freno cuando es apropiado. Los he visto hacerlo; en ocasiones justo antes de que un oponente comience a reaccionar a la agresividad. De alguna manera pueden sentirlo. Otras veces no se adaptan mucho, obligando al rival a vencerlos en un estilo que no les es cómodo, lo que muchas veces lleva a su autodestrucción.

Una habilidad crítica es la de prestar atención. A todo; todo el tiempo. No sólo cuando tú estás en la mano. De hecho, presta especial atención cuando no estás en juego. Cada mano de tus rivales te entrega información de gran valor acerca de cómo piensan, y cómo jugarán en el futuro. Si hay un experto en tu mesa, observa cómo juega. Mira qué situaciones espera para entrar en acción, medita sobre ellas, e incorpóralas a tu juego. Observa cómo saca a los jugadores más débiles de sus zonas seguras. Prestar atención es la forma más rapida de entender a un rival, una de las mejores para aprender, y una gran forma de ascender en la cadena alimentaria del póquer.

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