El arduo camino de la eventualidad en el año del Wolfram

La gráfica perfecta, la que nos sugiere que un jugador es ganador, es más o menos como la gasolina, siempre sube y que me aspen si alguna vez la ven bajar.



Hace bastante tiempo, recuerdo la noticia por simple curiosidad, mi mente tiende a almacenar este tipo de cosas sin relevancia aparente, una calle de un poblado parecía no tener ningun tipo de pendiente, la gente de fuera dejaba los coches aparcados allí, y cuando volvían a veces no estaban. La calle tenía una pendiente que solo los más avispados y preparados -como por ejemplo los marineros eran capaces de ver. El ojo experto, lo llamaría yo.



De igual modo un jugador de póquer experimentado es capaz de distinguir los bajones de una grafica perfecta, en un millón y medio de manos es fácil averiguar perdidas consistentes que sobrepasan las 50.000 manos en algunas ocasiones, seguro.



Sin embargo la tendencia de la gráfica es a subir, puesto que hablamos de alguien que toma decisiones acertadas basandose en las matemáticas y tiene una capacidad psicológica excelente para poder hacer que estos eventos no le afecten en su manera de trabajar con las cartas. Este último término me gusta mucho más que jugar, porque jugar lo que se dice jugar, yo lo hago con la playstation borracho con los colegas, pero al póquer voy con total entereza y disponibilidad tanto mental como física.



Todos hemos sufrido bad beats, al igual que todos los tenistas les han hecho un punto porque la pelota rozó la red y cayó muerta en nuestro campo riendose de nosotros, a todos los que juegan a padel la pelota ha rebotado en el esquina del cristal y ha cambiado totalmente la trayectoria 180 grados para desquiciarnos. Son cosas inevitables, y que en nuestra mano está ser lo suficientemente maduros e inteligentes como para que no influyan en nuestros menesteres.



¿Por qué iba a dejar que estas eventualidades dejaran mella en mi?



Esta pregunta se podría responder de la siguiente manera: James S. es un jugador parcial que disfruta de un ingreso extra jugando a póquer, y se siente satisfecho haciendolo. Nuestro protagonista ha sufrido mucho este último mes, subió sus estadísticas a poker-red y los regulares apuntaron que su gráfica y sus estadísticas eran totalmente standard y que estaba siendo victima de un downswing.



James S. siempre lo ha visto claro, él escucha música, se encierra en su habitación y toma decisiones inteligentes, muchas veces no ve el deselance de la jugada, pasa de aquello que no requiere su atención, de aquello que se escapa a su control. Se alegra si sus lecturas son buenas indistintamente del resultado de la jugada, reitero, de aquello que se escapa de su control.



Es una máquina, cuando juega a póquer consigue una paz interior, tiene la mente centrada en los números, se siente bien consigo mismo, no deja que los sentimientos tanto negativos como positivos le invadan. Atención porque estos segundos tienen igual o más peligro que los primeros. Ganar en las primeras 100.000 manos con un winrate irreal nos puede hacer mucho daño, pensar que somos el nuevo Ivey es tan peligroso como hacer de adivinos y tener miedo a apostar por si sale el as en el river.



Así pues, postear demasiado en el foro de "badbeats" es a mi parecer totalmente autodestructivo, hay que compartir aquellas manos en las que está en nuestras manos cambiar el resultado, aquellas en las que tuvimos una duda puntual, y que nos gustaría que se nos echara una mano, y este foro es un sitio privilegiado porque conseguimos el consejo gratuito de gente más experimentada que nosotros.



Lo primero que he mencionado no sirve para nada, todos en nuestra vida hemos sufrido un one-outer y lindezas de distinto calibre, pero es una cosa que pasa y no podemos evitar. Por lo tanto no deberiamos sentirnos mal si nos pasa una o un millon de veces, a la larga ganaremos.



Por consiguiente y que sirva como conclusión, tomar las decisiones correctas en los momentos que así lo requieren durante unas cuantas horas al día a lo largo de semanas, luego meses y hasta años nos hará ganar dinero sí o sí.



Ser presa fácil de los nervios, enfadarnos por las inevitables eventualidades que se ciernen urgando en la más agria de las heridas, jugar con falacias, pensar en conspiraciones masónicas contra nosotros a lo largo de semanas, luego meses y hasta años nos hará perder dinero sí o sí, y si me permiten la expresión, se os quedará una cara de gilipollas buena, buena y con fundamento.



Estudiar, ser constante, saber interpretar los números correctamente, tener una gestión correcta de bankroll nos va a llevar a muy probablemente no ser millonarios, pero sí a cumplir nuestros objetivos e ir escalando por la montaña que representa los cambios de nivel.



Con la preparación adecuada y la experiencia que nos brinda jugar cada mano, podríamos afirmar como Raul Guerra Garrido plasmó en su libro:



"Este año puede ser el año del Wolfram".