El Ironman de los torneos de poker bate el récord Guiness

Oscurecida por el EPT que se celebraba en el otro extremo del mundo, la última edición del Asian Poker Tour celebrada a mediados de mes en Manila ocultaba una más que curiosa cita en su programa.

El Ironman Poker Challenge es un torneo diseñado, estructurado y concebido para poner a prueba el límite de resistencia de los jugadores. Con un stack inicial desmesurado y descansos programados únicamente para que los jugadores puedan ir al baño, pone en juego factores que están mucho más difuminados en otros eventos, como son el cansancio y las resistencias física y psicológica que se pueden reponer entre las jornadas del resto de torneos del calendario.

No era la primera vez que se jugaba este torneo, pero el récord mundial de duración inniterrumpida de un torneo la tenía uno celebrado en Estados Unidos, el Delaware Park Ironman Poker Challenge, que duró un total de 36 horas y 34 minutos.

El ganador del Ironman del APT Manila, el estadounidense Damon Shulenberger, es escritor y está publicando en PokerFuse un serial sobre su agonizante triunfo. 

En él cuenta cómo manejó el stack inicial de 100.000 puntos durante los niveles de una hora que empezaban con ciegas 25/50, niveles que aumentaros a hora y media a partir del nivel 10 y a dos horas a partir del nivel 20.

La organización no tuvo ningún tipo de miramiento con los jugadores y estableció la hora de comienzo a las 20:30, aunque tuvo la poco tranquilizadora precaución de tener a disposición de los jugadores un equipo de paramédicos, por si las moscas.

30 horas más tarde estallaba la burbuja y el field quedaba reducido a dos mesas.

En dos horas quedaba establecida la mesa final, con jugadores que iban all-in mano tras mano por el tilt o con la excusa de tener que coger un vuelo. Ya solo quedaban cuatro jugadores en el preciso instante en que se superaba la marca del torneo de Delaware.

Todos estaban desesperados por acabar cuanto antes pero las normas del torneo prohibían terminantemente los pactos, así que la batalla por los 18.240$ del primer premio añadió 12 horas más al récord para dejarlo exactamente en 48 horas, 55 minutos y 58 segundos.

Justo diez minutos antes de que el director Lloyd Fontillas levantara mi brazo en un eufórico momento en el que yo estaba apenas suficintemente vivo para poder disfrutarlo, mi rival de las últimas cuatro horas Choi Byung Kyoo anunció con voz rasposa y apenas audible que iba a ir all-in en el resto de manos.

Si infligir el máximo sufrimiento posible era la intención, puedo atestiguar que el Ironman 2013 ha sobrepasado todas las expectativas.