Full Tilt Poker

Desmontando a Howard Lederer (II)

Antonio Romero | 05/10/12
Desmontando a Howard Lederer (II)
Diamond Flush sigue puntualizando las discrepancias en la historia de Full Tilt Poker según Howard Lederer.

Tras el primer episodio de la saga, en esta segunda entrega Diamond Flush repasa la época de gran expansión de la empresa, la entrada en vigor de la UIGEA, el traslado a Dublín y, especialmente, la decisión de repartir dividendos, que sacarían más de 400 millones de dólares de las cuentas de la empresa en un lapso de apenas un lustro.

Estamos a principios de 2007 y hay un exceso de líquido en caja de entre 20 y 30 millones de dólares que no es necesario para mantener las operaciones diarias de Full tilt Poker. Según los estatutos de la empresa, la junta directiva es la que debe estudiar trimestralmente si es viable un reparto de dividendos, su cantidad y la fecha del pago. Lederer es uno de los miembros de esa junta.

Howard Lederer ha sido muy insistente en afirmar que Chris Ferguson no veía apropiado repartir beneficios. Sólo Howard Lederer. No hay prueba ninguna de que Ferguson expresara esas dudas ni de que en algún momento rechazara cobrar lo que le correspondía. Incluso hizo arreglos para que una parte se ingresara en una cuenta especial a nombre de Pocket Kings, pero de la que Ferguson hacía uso a título personal, de forma rutinaria. Esta información era el núcleo de uno de los artículos de Subject:Poker acerca de Full Tilt Poker.

Preguntado por la existencia de cuentas bancarias específicas que contuvieran el dinero destinado a garantizar los balances de los jugadores, dice que nunca las hubo, que nadie sintió que fuera necesario y que ninguno de los dueños de la compañía sacó el tema. Sin embargo, hay numerosos hilos en foros al respecto de numerosas preguntas al respecto recogidas por el servicio de atención al cliente y que se hicieron llegar a la cúpula empresarial. La respuesta del departamento de atención al consumidor afirmaba que los ingresos de Full Tilt Poker no abandonaban las cuentas reservadas para los jugadores hasta que se generaba el rake. Lederer se atreve a aseverar que en aquel tiempo es posible que fuera verdad.

Lederer afirma que él personalmente pidió al departamento financiero que se empezara a preparar periódicamente un documento que confirmara que el líquido del que disponía la empresa era suficiente para cubrir los balances de los jugadores. Da como fecha para la primera entrega de ese documento el verano de 2008. Curiosamente, esa información es la que, según los estatutos, es necesaria conocer para tomar la decisión de repartir dividendos.

La entrada en vigor de la UIGEA fue el primer terremoto que sacudió al poker online en Estados Unidos. Según Lederer, los abogados con lo que se puso en contacto Full Tilt separaron muy claramente el negocio al que se dedicaban desde Tiltware, el poker online, del de otras empresas como PartyPoker, que era también casino. Ninguno de los propietarios mostró reticencias a la decisión de mantener a los clientes estadounidenses y nadie se deshizo de sus acciones.

A partir de la UIGEA, el mayor problema a gestionar era el proceso de los depósitos. Howard Lederer se desmarca totalmente de la ingeniería financiera que terminaría causando el agujero contable en Full Tilt, que tenía siempre la confirmación de los gestores ejecutivos de que las operaciones bancarias eran transparentes. Nunca se reunió con ningún procesador de pagos, nunca negoció con ninguno y tampoco sabe si fue alguien de Full Tilt quien delató la presencia de Daniel Tzvetkoff en Las Vegas al FBI. Negación absoluta.

Por último, Diamond Flush niega rotundamente que a Lederer se le hubiera pasado por la cabeza en ningún momento dejar su puesto en la junta directiva y mucho menos en septiembre de 2008, como se empeñó en repetir en sus apariciones públicas.

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