Legal USA

Última tentativa por el poker online en USA este año

Fran Medina | 12/09/12
Los senadores Harry Reid y Dean Heller, aun con sus diferencias, intentarán una nueva fórmula para conseguir poker online en Estados Unidos este año.

El curso político estadounidense se acerca al momento cumbre que se repite cada cuatro años: las elecciones presidenciales. Cabría pensar que en un momento de crisis, los partidos políticos verían con buenos ojos legalizar una actividad que podría ser muy lucrativa para el Estado y dar vía al crecimiento del sector, pero nada más lejos de la realidad.

Las perspectivas no son muy halagüeñas en el corto plazo si tenemos que fijarnos en lo que han mostrado de sus programas los dos partidos mayoritarios en Estados Unidos: el Partido Republicano, encabezado por Mitt Romney y el Partido Demócrata, liderado por el presidente que aspira a repetir mandato Barack Obama.

El Partido Republicano expresó durante la convención republicana de hace unas semanas su rechazo frontal a la reinterpretación legislativa de la Wire Act que tuvo lugar a principios de año y expone tajantemente su decisión respecto al juego online si Romney es elegido presidente.

Millones de americanos sufren problemas o patologías relacionadas con el juego que pueden destruir a sus familias. Apoyamos la prohibición del juego en Internet y pedimos una revocación de la decisión del Departamento de Justicia que tergiversa la interpretación de la Wire Act anteriormente aceptada y que podría abrir las puertas a las apuestas en Internet.

Ésta categórica afirmación disfrazada de puritanismo obedece en realidad a intereses del sector presencial del juego y más concretamente a Sheldon Adelson, cuyo protagonismo en la campaña de Romney ha sido crucial, financiando con millones de dólares a las llamadas Super PACs (Political Action Committee) de los republicanos.

Por otro lado, los demócratas podrían haberse apuntado algún tanto si hubieran hecho algún tipo de guiño al juego online, pero en su campaña no ha habido ni una sola mención ni al poker ni al resto de juego online como las apuestas deportivas.

Con estas perspectivas, el futuro del poker online en Estados Unidos pasa porque los llamados “senadores del poker” consigan ejercer su influencia política para conseguir aprobar una ley federal bajo el pretexto de que permitir que los Estados vayan regulando de forma independiente el poker podría costar mucho dinero al país y que se trata de una materia que debería estar supervisada y regulada a nivel federal.

En esta empresa se encuentran inmersos los senadores Harry Reid y Dean Heller, mano derecha de Jon Kyl, uno de los senadores más influyentes del partido republicano y listado en la revista Time como una de las cien personas más influyentes del mundo debido a su poder en el Senado estadounidense.

El nuevo giro de timón que han dado los “senadores del poker” para intentar aprobar la ley federal en las últimas sesiones que quedan hasta las elecciones -apenas tres semanas- es el de obligar a una empresa a tener una licencia estatal, como podría ser el caso de Nevada actualmente, para poder ofrecer poker online con liquidez federal, es decir, para todos los ciudadanos estadounidenses.

Esto podría rebajar el rechazo que supone para gran parte del ala conservadora de la cámara el hecho de que muchas empresas han realizado su actividad siempre bajo el ala del oscurantismo y la evasión de impuestos que permite el hecho de estar radicada en un paraíso fiscal.

Por desgracia, parece que la unión de influencias de estos senadores en ambos extremos de la cámara aún no es suficiente para lograr aprobar una ley así, que sería una especie de pasadizo hacia el poker online con liquidez en todo el país. A pesar de haber convencido ya a medio centenar de representantes, necesitan al menos el voto positivo de quince senadores más.

El problema principal es que están en medio de una gran contrarreloj en la que el tiempo corre en su contra, pues los asientos que ahora ocupan políticos de ideología progresista podrían estar ocupados por republicanos a partir de noviembre y, aunque Obama fuera reelegido como presidente, las elecciones estarían mucho más reñidas que en los anteriores comicios, lo que también implicaría una representación más amplia de los republicanos en la cámara, que además probablemente cerrarían filas en torno al programa de Romney.

Tic tac, el tiempo se acaba.

COMENTARIOS

Todavía no se ha realizado ningún comentario en esta noticia.