Pableras se salva de una buena

Es una de esas manos que suelen traer las desgracias por duplicado.

En un bote ya engordado preflop, se estableció un guerra de raises en un flop J59. Pablo, el relleno del sandwich se encontró con dos oponentes restados, un bote muy respetable y 55 en la mano. Se decidió por el fold, con dolor de corazón, pero era lo que había que hacer. Sobre todo cuando se descubrieron las cartas de sus rivales, 99 y JJ.