Perfiles de famosos

Andy Beal, la brillantez de un perdedor

Antonio Romero | 23/04/15
Andy Beal, la brillantez de un perdedor
El multimillonario texano, que ha perdido ingentes cantidades de dinero en el poker, ha demostrado cualidades excepcionales en campos como las finanzas y las matemáticas.

El próximo número de la prestigiosa revista económica Forbes, que se publicará en mayo, llevará a los quioscos una nueva historia sobre la prodigiosa visión financiera del banquero Andy Beal.

El multimillonario es, sin lugar a ninguna duda, la figura más interesante que existe en ese poker menos expuesto al público, las partidas privadas de high stakes en que las cifras que se mueven y los niveles en los que se compite ridiculizan a los más famosos programas televisivos sobre nuestro juego o las nosebleeds de Internet.

El banquero está tomando posiciones para entrar como un vendaval en el proceso de reconversión del negocio petrolífero. Tiene una reserva inaudita de capital dispuesto para financiar préstamos a una industria que vive sus horas más bajas en décadas. 

Si le sale bien, su fama de gurú se hará legendaria

Hace unos años, triplicó los activos de su banco anticipando en casi un lustro la burbuja hipotecaria. Redujo la estructura de su banco privado todo lo posible mientras el resto del mundo buscaba rapiñar los intereses de una marea de préstamos básicamente irrecuperables y cosechó los beneficios cuando utilizó su capital para recoger los restos de la crisis financiera a precio de saldo. Si su próximo movimiento en el sector de la energía funciona igual, su fama de gurú se hará legendaria.

Sin embargo, en el poker, lo que eleva a Beal a la categoría de mito es haber perdido ingentes cantidades de dinero. Si sumas las historias confirmadas y los rumores más o menos fidedignos, Beal ha sido responsable de la mayor inyección económica individual que haya recibido el ecosistema del poker en su historia.

Una mente analítica, implacable, no parece inmutarse ante décadas de asaltos infructuosos a las secretos del poker. La única explicación para esta dicotomía es la fascinación que ejerce sobre Beal la vertiente matemática del juego. 

Las matemáticas son la verdadera pasión del texano. Existe una conjetura que lleva su nombre. La Conjetura de Beal. Es una derivación del famoso Teorema de Fermat en la que expone que en una ecuación  A^x +B^y = C^z, donde A, B, C, x, y, z son enteros positivos con x, y, z > 2 entonces A, B, y C deben tener un factor común primo. Si eres capaz de demostrar esta exposición o proveer un contraejemplo, el propio Andy Beal te entregará 1.000.000$.

La vertiente matemática del juego fascina a Beal

El primer contacto serio de Beal con la ciencia de los números se produjo en la universidad. Beal empezó a estudiar Matemáticas en Michigan State, pero abandonó su formación porque no tenía tiempo material para estudiar y atender los pequeños negocios que acostumbraba a montar desde crío.

A una edad a la que muchos de nosotros no teníamos aún una paga semanal de nuestros padres, el pequeño Andy exploraba un montón de maneras de ganar dinero. Cortaba césped o montaba tenderetes de feria caseros en el jardín de su casa. Mientras estudiaba en el instituto, regentó junto a su tío un negocio que consistía en comprar televisores estropeados al Ejército de Salvación por 1$, arreglarlos, y revenderlos por 30$ o 40$.

Por mucho que le enamoraran las matemáticas, la gestión de una docena de alquileres y varias pequeñas empresas era incompatible con los estudios. Además, las ganancias extras que le proporcionaba el poker, le ayudaron a decidirse por la ruta del hombre hecho a sí mismo.

En cuanto cumplió 21, los casinos de las Vegas se convirtieron en objetivo de Beal. Con su capacidad de cálculo y su habilidad para contar cartas, desarrollada consciente y específicamente para este “plan de negocio”,  las mesas de blackjack se convirtieron en una fuente constante de ingresos -al menos mientras quedaron casinos que aún le permitían la entrada-. 

En cuanto cumplió 21, empezó a hacer negocio en el blackjack

Su primer gran negocio aparece relatado en el libro “The Professor, the Banker and the Suicide King: Inside the Richest Poker Game of All Time” de Michael Craig, el relato de su enfrentamiento con los mejores jugadores de poker de Las Vegas.

Beal acudió a una subasta federal con la idea de comprar un complejo de apartamentos en Missouri, pero acabó comprando un edificio en Waco, Texas. Lo revendió tres años después con un beneficio de 1.000.000$, ya establecido en el estado fronterizo con México.

Los beneficios de este y varios negocios inmobiliarios similares sirvieron para la fundación del Beal Bank, la entidad que le hizo multimillonario. Como sus iniciativas en el ladrillo se veían limitadas por las pobres condiciones de financiación que encontraba en Texas, decidió crear su propia firma de inversión.

El Beal Bank le dio tiempo libre para dedicarse a sus hobbys

Después de una década de crecimiento y asentamiento, el Banco Beal ya no necesitaba a su fundador para funcionar como un reloj, asi que Andy dispuso por fin del tiempo necesario para sumergirse en el absorbente mundo de las matemáticas avanzadas… Y del poker.

A principios de los 2000, Andy Beal vivió una maravillosa sesión en el Bellagio que llamó la atención de alguno de los tiburones de las high stakes que había en el casino. Beal salió con 100.000$ más en el bolsillo, enamorado de la sensación de enfrentarse a los mejores jugadores de Las Vegas y con la lúcida revelación de que la suerte había influido muchísimo en el resultado y que la aparente sencillez del poker escondía una complejidad apasionante.

Adquirir los conocimientos necesarios y probarse ante los mejores se convirtió en su pasatiempo favorito. El banquero, que sufre de una timidez crónica que le hace huir de entrevistas y sesiones fotográficas, no encontró reparo alguno a la hora de hacer saber a toda la ciudad de su llegada en cada una de sus recurrentes visitas al Bellagio, donde cada vez pedía que las ciegas fueran más altas. 

No era adicción, ni temeridad. Hacer sentir a los profesionales el miedo a perder una parte importante de su bankroll era parte estructural de su estrategia. En un momento dado, Doyle Brunson decidió organizar a la élite de los highstakers de las Vegas para hacer fondo común y responder al desafío de Beal, un grupo que fue conocido como la Corporación.

Las partidas millonarias que se sucedieron en los años siguientes fueron bien documentadas en el libro de Michael Craig que le descubrió al gran público. En 2004, alguno de los pros se excedió a la hora de regodearse del dinero que le habían ganado a Beal. Esa fue una de las pocas veces que se pudo adivinar la frustración del texano por no ser capaz de superar a sus rivales en el fieltro.

El regodeo de los pros sacó a la luz la frustración de Beal

Hubo un cruce de acusaciones , públicas y privadas, que casi desemboca en una partida en la que la entrada estaba estipulada en 40.000.000$, pero no se pusieron de acuerdo en las condiciones. Brunson quería ciegas 30k$/60k$ y escoger qué oponentes se irían turnando frente a Beal. Andy quería ciegas 100k$/200k$ y que le ofrecieran un grupo de seis oponentes entre los que escoger.

Esa partida no llegó a jugarse, y aunque las relaciones se tensaron mucho no llegaron a romperse. En 2006 se reprodujo el duelo con la Corporación, en la famosa partida en que Phil Ivey salvó la banca común y derrotó al Banquero de los pros.

Los casinos y los pros no son las fronteras del poker

Una vez que su nombre se hizo famoso en el mundillo, las visitas más sonadas a la Bobby’s Room saltaron a las cabeceras de los medios especializados. La última, hace unos pocos meses, frente a Todd Brunson. Normalmente, la cuenta corre a cargo de Beal.

Pero los casinos y los jugadores profesionales no son las únicas fronteras del poker, ni siquiera las más lejanas. Algunas partidas privadas mueven muchísimo más dinero, y Andy Beal es bienvenido en todas ellas. Sus pérdidas ante otros millonarios adeptos al poker como Dan Bilzerian o Rick Solomon se rumorea que suman varias decenas de millones de dólares.

Andy Beal acaba de cumplir 62 años, y Forbes estima su fortuna en 12.000.000.000$. Está dispuesto a tomar parte en la revolución que significa la irrupción del gas natural en el panorama energético de su país.Y una vez que haya demostrado una vez más que por mucho que pierda en el poker no tiene un pelo de tonto, le quedará por delante todo el tiempo y todo el dinero del mundo. Y volverá a intentar estirar al máximo los límites conocidos en las high stakes.

Fuentes:

Poker-Red: Andy Beal vs. the Corp por Pac8

Poker-Red: Ted Forrest vs. Andy Beal

Poker-Red: Andy Beal vuelve a la Bobby's Room

Poker-Red: Todd Brunson gana cinco millones al Banquero de los pros

Poker-Red: Pamela Anderson destapa las mayores partidas de poker de la historia

Forbes: The Billionaire Banker Ready To Bet On Oil

D Magazine: RISK: The Biggest Game Ever

CardPlayer: Phil Ivey vs. Andy Beal - Out $16.6 Million, Beal Heads Home

PokerListings: Poker's Greatest All-Time Whales: Andy Beal

Wikipedia: Conjetura de Beal

Dallas Morning News: Beal Bank owner paved his own road to becoming Dallas' richest man

 

 

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